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Así es Milda Mitkute, la fundadora de Vinted

Fotografía de Malvina Stankute.

Un armario desordenado llevó a Milda Mitkute a pensar en la mejor forma de dar salida a toda esa ropa que tenía y no se ponía. En hacer algo por la economía circular del textil. Necesidad que le fue evidente “cuando tuve que mudarme de mi ciudad hasta Vilnius (Lituania) y caí en la cuenta de que no iba a tener espacio para tanta ropa”, confiesa esta empresaria que encontró en Justas Janauskas el socio perfecto para idear un proyecto que permitiera dar una segunda vida a las prendas que se quedan siempre en el fondo del armario.

“Primero fue un sitio web con una red cercana de amigos, luego llegaron los inversores y se convirtió en un modelo de negocio internacional”, aclara Mitkute, quien ve ahora cómo su hobby ha pasado a ser “la mayor plataforma online C2C de Europa, dedicada a la moda de segunda mano, con más de 65 millones de miembros y en 16 mercados de este continente y Norteamérica”.

Una aventura que emprendió con 21 años, mientras estudiaba gestión cultural, y que, quitando algún que otro golpe de suerte, ha encontrado el éxito gracias al trabajo duro propio y de su equipo, además de que “se trata de un servicio que responde a las demandas e inquietudes de mucha gente, a la vez que impulsa que el consumo responsable [de ropa] sea accesible a la gente para que la segunda mano sea la primera opción en todo el mundo”.

De esta manera, Vinted se ha convertido en un unicornio empresarial que suma en sostenibilidad y en adeptos a nuevas formas de consumo, que cuenta con más de cuatro millones de miembros registrados en España, tiene fuerte presencia en Francia y sigue creciendo en el resto de mercados en los que opera, con el fin de ofrecer soluciones a los consumidores. Por ello, el Grupo Vinted ha lanzado Vinted Go, para hacer de los envíos y de las entregas un trámite más aseguible y rápido, y para reducir el impacto medioambiental que esta gestión genera.

A nivel de negocio, dar más valor a las categorías de producto existentes y posicionar la segunda mano en la primera opción para expresar estilo personal sigue siendo una motivación constante.