2017 pasará a la Historia por ser el año del nacimiento del movimiento #MeToo, creado para denunciar el alto número de acosos sexuales en una industria tan expuesta como la del séptimo arte. La razón de esta lucha no fue otra que el destape de los casos de agresión sexual como los liderados por el magnate Harvey Weinsten. En el marco de esta polémica, el primer gran evento social del año fue la edición número 76 de los Globos de Oro. Estos premios, que buscan el éxito del talento en la pantalla sin discriminación de sexos, fueron el escenario de denuncia perfecto para un buen puñado de actores y actrices.
Que ese año haya sido uno de los más importantes en esta materia y el que mayor número de voces recopiló a favor de una misma causa, no quiere decir que antes de 2017 no se escucharan discursos en clave femenina. Bien es verdad que, a raíz del caso Weinstein, la reivindicación feminista se ha multiplicado.
Unas voces que, con frecuencia, no sólo son feministas o reivindicativas, también emotivas. Es el caso que se dio en el año 2018, en la primera edición de los Globos de Oro después del destape del caso Weinstein. En esta gala, las mujeres del cine convocadas a la cita no escatimaron en mensajes de denuncia al empresario ni de apoyo a las mujeres que sufrieron sus actos. Uno de los discursos más aplaudidos lo dio la presentadora Oprah Winfrey. La también actriz y empresaria comentó que «durante demasiado tiempo, las mujeres no han sido escuchadas o creídas si se atrevían a decir su verdad al poder de esos hombres. Pero su tiempo se acabó (…) Tenemos por delante un nuevo día y es gracias a muchas mujeres, muchas de las cuales están en esta sala, y muchos magníficos hombres que van a luchar unidos para garantizar que llegue el momento en el que nadie tenga que decir, nunca más, #metoo».
Por su parte, esa misma noche, Barbra Streisand recordó su caso, asegurando que hasta la fecha [todavía no había ganado Chloé Zhao] ella era la única mujer ganadora de un Globo de Oro como directora, en casi 80 años de historia de estos premios. Señaló la aberración de esta cifra y la necesidad de contar con «más mujeres directoras y más mujeres nominadas por su trabajo en dirección. Estoy orgullosa de estar en un lugar con personas que levantan la voz en contra de desigualdad de género, del acoso sexual y de la mezquindad que ha envenenado nuestra política».
En esa edición, en la alfombra roja previa a la entrega de premios, Laura Dern habló de la «urgencia de que todos nosotros no solo apoyemos a las supervivientes y las testigos, sino que las protejamos y las contratemos. A muchas nos enseñan a callar, nuestros hijos deben aprender a hablar sin miedo a represalias, esa debe de ser nuestra nueva guía». O la motivación de Elizabeth Moss a «cambiar la historia, a pasar de sumisas a protagonistas».
Ya en 2019, también volvió a ocurrir. La actriz Glenn Close alabó la figura de la mujer cuando subió al escenario a recoger su Globo de Oro por su interpretación en La buena esposa. La premiada dedicó al premio a su madre, que estuvo «toda su vida a la sombra de su marido» y recordó la importancia de decirse a una misma «puedo hacerlo y tengo derecho a hacerlo» ante cualquier acontecimiento. Un mensaje al que invitó a todas las mujeres sumarse y a ejercer la sororidad para «sentirse realizadas cumpliendo objetivos vitales».
Un año después, Michelle Williams también pronunció unas palabras acorde a las mencionadas por Close: la reivindicación del papel de la mujer en la vida. La actriz fue premiada por su papel en la miniserie Fosse/Verdon y pronunció uno de los discursos más feministas de la noche, en el que recordó la importancia del voto femenino: «Cuando sea el tiempo de votar, por favor, hacedlo en vuestro propio interés. Es lo que han hecho los hombres durante años y por eso el mundo se parece tanto a ellos”, expresó. “No olvidéis que somos el grupo con derecho a voto más grande en este país. Hagamos que se parezca más a nosotros”, pidió en referencia a las elecciones estadounidenses de ese año.
Entendiendo estos premios como uno de los momentos más especiales de la industria, pues se tratan de los primeros reconocimientos del año a la industria, el mensaje se antoja esperado y necesario. Con esta premisa, cada gala celebrada a posteriori deja algún que otro rastro de feminismo en boca de mujeres.