El “Reto La Igualdad No Puede Esperar” (Equality Can’t Wait Challenge), impulsado por Melinda Gates, ya tiene sus 10 finalistas. Esta iniciativa otorga 40 millones de dólares (33,6 millones de euros, aproximadamente) en subvenciones para financiar las ideas más transformadoras que ayuden a ampliar el poder y la influencia de las mujeres en Estados Unidos para 2030. Se trata del primer concurso que destina un nivel de recursos de esta envergadura al ámbito de la igualdad de género.
A través de su empresa de inversión y desarrollo, Pivotal Ventures, Gates se asoció en junio de 2020 con MacKenzie Scott, filántropa multimillonaria y exmujer del fundador de Amazon, Jeff Bezos. Para alcanzar esta iniciativa también se unió Stacy Schusterman, filántropa y presidenta de Charles and Lynn Schusterman Family Philanthropies.
Las mujeres siguen estando muy poco representadas en los ámbitos del poder, por lo que el reto se basa en la inversión previa de 1.000 millones de dólares en proyectos que fomenten la igualdad de género. De esta forma, se pretende acelerar el progreso social y fomentar el cambio para conseguir la equidad.
La covid-19 amenaza a la igualdad
La situación sanitaria causada por el covid-19 no lo ha puesto nada fácil. La pandemia ha puesto sobre la mesa el largo camino que todavía queda por recorrer para alcanzar la ansiada igualdad. Por eso, el Reto ha subrayado la necesidad de activar ideas que eleven a las mujeres, especialmente a las de color, a puestos de poder.
“La desigualdad de género no es inevitable. Existen soluciones, pero su ampliación requiere inversión”, dijo una contundente Gates.
El concurso ha recibido más de 550 propuestas, un número que ha superado con creces las expectativas: “El Reto de la Igualdad no puede esperar, se ha demostrado que no faltan ideas viables para impulsar el progreso de las mujeres. Estas organizaciones están encontrando nuevas formas de dar poder y voz a las mujeres en sus comunidades personales y profesionales”, añadió Scott.
En conjunto, las finalistas del Desafío ofrecen soluciones para desmantelar las barreras que frenan a las mujeres, abordando los problemas a los que se enfrentan. Desde la lucha contra las desigualdades raciales y la erradicación de los estereotipos perjudiciales hasta la aceleración de la representación de las mujeres en industrias clave para resolver la crisis de los cuidados en Estados Unidos.
Uno de los diez finalistas, FreeFrom, pretende crear un ecosistema de apoyo a largo plazo en torno a la violencia de pareja. Para su fundadora y directora general, Sonya Passi, la sociedad sólo ha abordado este problema con “tiritas”.
Asimismo, Passi recalcó la importancia del Desafío ya que da la libertad y la capacidad de ser audaces y visionarios. Además de una “financiación para invertir en un cambio estructural”.
40 millones es subvenciones de 10 millones
A finales de este verano, el Desafío concederá 40 millones de dólares, que se repartirán en tres fondos de 10 millones e inversiones adicionales en los proyectos finalistas seleccionados.
“El verdadero reto consiste en ayudar a los agentes de cambio a encontrar el apoyo que necesitan para que sus ideas cobren vida”, recalcó la Dra. Nicole Bates, Directora de Asociaciones Estratégicas e Iniciativas de Pivotal Ventures.