Hoy más que nunca, todos los focos mediáticos se han dirigido hacia la princesa Leonor, quien celebra su mayoría de edad jurando la Constitución Española ante las Cortes Generales, acompañada de los reyes, el presidente Pedro Sánchez y su hermana Sofía.
Para este significativo día, no ha sido necesario descifrar el outfit de la heredera en profundidad para darnos cuenta de que su elección esconde un trasfondo nostálgico y referencial al traje de sastre que lució su madre el día de su pedida de mano. Un suceso trascendental para la Familia Real, que haría historia en otoño de 2003, para el que la reina Letizia decidió vestir un icónico look coordinado en blanco de Armani.
En este sentido, la royal ha optado para la ocasión por un estilismo en blanco siguiendo el protocolo de vestimenta del día de la coronación de las reinas, que da continuación al legado de Isabel la Católica e Isabel II. Y es que, todas ellas deben ir vestidas del color de la pureza como un acto con el que canalizar su lealtad y honor al país.
Leonor de Borbón ha querido así inspirarse y/o rendir tributo a su madre para este gran acontecimiento, reinterpretando su estilismo a través de un traje confeccionado por el sastre del rey Felipe VI compuesto por una blazer cruzada de dos botones y maxi solapas, y un pantalón de corte recto en clave minimalista. Una elección que respeta los códigos estéticos aristocráticos, sobre el que deslumbra un accesorio clave: el Toisón de Oro, en honor a su padre.
En cuanto al calzado, la heredera ha escogido unos tacones de piel en blanco roto de estilo Mary Jane de la marca española LODI -una de las favoritas de Doña Letizia-, que presentan un tacón cuadrado de 7,5 cm de altura que acaba de elevar y cerrar el look monocromático.