Esta profesión convirtió a muchos paparazzi en millonarios y algunas de sus fotografías en imágenes icónicas del siglo XX. ¿Quién no recuerda la foto de Lady Di con bañador turquesa, mirada ausente, sentada en un trampolín del yate de Dodi Al Fayed en Portofino? Una imagen tan famosa que la serie The Crown la eligió para ilustrar la portada de su última temporada. Su autor, Stephane Cardinale la tomó el 24 de agosto de 1997, solo una semana antes de la muerte de la princesa.
Hubo una época en la que el sueldo de un paparazzi no tenía nada que envidiar al de un banquero. Lo contaba Fernando Sacristán, en su día un conocido paparazzo, en el podcast Misterio en La Moraleja: “La prensa del corazón ha muerto. Con mi primera mujer, fuimos dueños de la agencia Cover, una de las más importantes de España en su época. En su día se ganaba mucho dinero. Yo me compré una casa en La Moraleja con lo que gané en dos meses. Era el año 1988 y la casa me costó 24 millones de pesetas”.
A Bernardo Paz (Montevideo, Uruguay, 68 años) no le gusta hablar de dinero pero reconoce que ha vivido épocas mejores. “En el año 88 trabajaba en una revista y ganaba entre 150 y 200 mil pesetas al mes”. Y asegura que hay mucha leyenda en relación a las grandes sumas de dinero que movían las exclusivas: “Los fotógrafos son como los que juegan a la ruleta. Siempre cuentan cuando ganan pero nunca cuando pierden. En el año podías dar uno o dos pelotazos y ese dinero te servía para vivir todo el año: pagar la hipoteca, cambiar de coche, irte de vacaciones. .. Se ganaba dinero, sí, pero también se gastaba mucho. En los 80 enviar un carrete de fotos Mallorca a Madrid para que lo revelasen costaba 4000 pesetas. Tenías que hacer dos o tres envíos diarios. Un día podías gastar 15.000 pesetas cuando un sueldo medio de la época era de 40.000 pesetas al mes”.
Hoy está ligado a la Galería Nikon, un punto de encuentro para profesionales y amantes de la fotografía, y el lugar donde ya ha montado ocho exposiciones. La última, “Familia real, familia del rey” presenta hasta 110 fotos de 39 fotógrafos, tres de ellos ya fallecidos, que a lo largo de su vida han trabajado con Casa Real. La muestra ha tenido una gran acogida y a la inauguración acudió una de las protagonistas de las instantáneas: la infanta Elena: “Estuvo muy simpática. Recorrió la expo con mucha atención. Cuando le gustaba una foto sacaba el móvil, tomaba una foto y se la mandaba a su madre”. La muestra puede verse de lunes a jueves de 9 a 19h, y los viernes hasta las 14h. Los fines de semana está cerrado. “No es un museo. Es un centro de fotografía”, nos cuenta Paz explicando el porqué de ese horario tan poco convencional para una muestra.
AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS
Bernardo llegó a Madrid de su Montevideo natal allá por la década de los años 80 y casi sin darse cuenta se metió de lleno a fotografiar La Movida para la Guía del Ocio. “Me pasaba la vida en Malasaña, la Vía Láctea… Y por ahí estaban Almodóvar, Sabina, Ceesepe…”. Con el tiempo aterrizó de manera natural en la prensa del corazón, por entonces muy bien pagada: “La revista ¡Hola! tenía una tirada entre 800.000 y un millón de ejemplares. Ellos siempre marcaron el compás, pero había otras como Interviú, Tiempo o Tribuna que también pagaban lo suyo”. Y rememora con añoranza los buenos tiempos: “Hacer buen periodismo es caro. Antes le podías decir a una revista que necesitabas 500.000 pesetas para viajar a Nueva York y perseguir a la Pantoja por Estados Unidos. Hoy no te pagan ni un taxi a la Castellana”.
Guarda buenos recuerdos de muchos personajes –Isabel Preysler, Alicia Koplowitz, Severiano Ballesteros–, aunque reconoce que las fotos de los reyes en Mallorca marcaron una época. “Daban mucho juego. El rey Juan Carlos, Felipe, Cristina y Elena navegaban. Luego cada uno tenía su pandilla, los reyes salían a cenar, sus hijos a bailar… Por Mallorca pasaba toda la realeza europea”.
En una de las visitas de los príncipe Carlos y Diana se acreditaron 300 fotógrafos. “Nos pusieron en el puerto, nunca había visto tantos fotógrafos juntos. Recuerdo que las dos familias estaban a bordo del Fortuna y pasaron frente a nosotros muy despacio. Entonces todos empezamos a disparar a la vez. Fue como una orquesta de disparos. El ruido era impresionante”.
Para ruido el que ha hecho el estreno de “Familia real, familia del rey”, que recoge alguna de aquellos míticos veranos de Mallorca. Toda una época. No se la pierdan.