A medio camino entre ser un cuento inventado y una historia real se encuentra el relato inicial que protagonizan dos nombres de referencia en las industrias más punteras del panorama cultural actual: moda y cine se dan la mano en un filme que sitúa a sus dos actores entre lo real y lo sobrenatural. Vanessa Kirby y la pantera de Cartier, unidos por un legado que arrancó su hilera de influencia en 1948.
75 años de historia no se olvidan de repente. Pero, además, hay otras que están muy lejos de caer en el olvido por mucho tiempo que pase. Es el caso de la pantera de Cartier, la Panthère, que dirían en la firma. Todo comenzó cuando el fundadora de la firma, Louis Cartier, apodó con este nombre felino y salvaje a la joyera y diseñadora de moda Jeanne Toussaint, quien a su vez se encargó de llevar este cariñoso calificativo a otra dimensión, a la de la inmortalidad. Lo hizo imaginando al animal en tres dimensiones y sin saber que estaba dando forma a la encarnación del espíritu creativo y a la personalidad de la Maison.
Desde aquel hito en la narración de la marca, son muchos los nombres empoderados que se han valido de la fuerza de este mamífero para realizar campañas, pero sólo uno ha conseguido encarnar con precisión el ADN de esta bestia de estilo y elegancia en la que se ha convertido la pantera de Cartier. En su papel de nueva embajadora de la casa para las colecciones de joyería, relojería y perfumes, Vanessa Kirby se define com un espíritu libre que comparte con la pantera el mismo deseo de independencia.
Actriz británica y filántropa comprometida, la artista y el animal emblemático siguen su trayectoria con determinación. En igualdad de condiciones, ambas referencias avanzan con determinación. «Una pantera no renuncia a sus manchas», sentencia Kirby; y ella no renuncia a su lado más salvaje e indomable. Unos rasgos de personalidad que las hace fascinar a los ojos de quienes sienten admiración por los caracteres más instintivos.
Por estas grandes causalidades, en el vídeo dirigido por Nathalie Cangulhem para celebrar esta unión de valores, la nueva musa de la firma se desplaza hasta al lugar donde todo empezó, en el corazón de una selva tropical, para servir de guía y retomar las hullas originales del animal favorito de Cartier. Juntos se mueven entra la abstracción y la figuración, entre lo real y lo sobrenatural, en el intento de tender puentes entre ambos mundos y acercando de uno a otro la belleza de los extremos.
Cangulhem muestra a Kirby en este territorio secreto de vegetación y abundancia, conde coexisten la vitalidad y la belleza del mundo. Guiada únicamente por su instinto, se transforma en un felino, su doble, reflejo de su personalidad, a la vez depredadora y protectora. Muy similar a la propuesta en fragancias de la francesa: lo floral y lo felino se fusionan en La Panthère y sus tres versiones: Eau de Toilette, Eau de Parfum y Parfum, esta última su composición más intensa.
El vídeo de campaña cristaliza el irresistible poder olfativo de la estela de La Panthère de Cartier. Creada en 2014, esta fragancia devuelve el protagonismo a la familia de chipres con un nuevo acorde floral felino: la únión de un chipre histórico, un almizcle animal mítico y una gardenia fresca, con una apariencia viva, siguiendo así los deseos de Mathilde Laurent, la perfumista de la Maison, quien desempeña su trabajo movida por su lema ‘toda mujer posee una faceta felina y toda flor alberga notas animales en su corazón’.