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Antiabortista y antifeminista. Así es Karina Milei, hermana pequeña y cerebro en la sombra del nuevo presidente argentino

Antiabortista, antifeminista, soltera, sin hijos y pintora en sus ratos libres. Karina ejerce un extraño poder sobre su hermano Javier, a quien ha asesorado en su rocambolesca carrera hacia la presidencia. Él la llama “el Mesías”; ella ejercerá de primera dama.

Entre gritos y aplausos reciben al recién electo presidente de Argentina, Javier Milei, en un hotel de Buenos Aires. Los focos y las cámaras se centran en el escenario, al que sube una mujer rubia, de ojos azules, vestida de rojo. Es Karina Milei (Buenos Aires, 51 años) estratega de la campaña de su hermano mayor. “Quiero presentar al presidente electo, Javier Milei”, proclama la mujer, que por primera vez habla en un acto público. 

Karina es discreta y perfeccionista, no deja ningún detalle al azar. Así se ha transformado en la persona a la que el mandatario se reporta, llamándola “El Jefe”. Las palabras de agradecimiento del nuevo presidente revelan el importante rol que tiene Karina Milei en estas elecciones: “Sin ella nada de esto hubiera sido posible”.

La estratega trás la campaña presidencial

Muchos la consideran el cerebro detrás del llamado “fenómeno Milei”, un quiebro en la política argentina, que para algunos significa romper con “las castas” y para otros un peligro para los derechos fundamentales en el país. 

Su propio hermano la destaca como la líder de su proyecto político, comparando su relación con pasajes bíblicos. En una entrevista, emocionado y entre lágrimas, declaró que “Moisés era un gran líder, pero no era bueno divulgando. Entonces, Dios le mandó a Aarón para que divulgue. Kari es Moisés y yo soy el que divulga”. Aunque las comparaciones no acaban ahí, pues también ha dicho que ella es el Mesías. La prensa local cuenta que, cuando Javier estaba en campaña, visitó a un grupo de rabinos para conocer sobre la Torá. Mientras se hablaba del Mesías en la reunión, Milei intervino para decir “el Mesías es mi hermana, ya llegó”.

Para el nuevo mandatario es necesario tener el visto bueno previo de su hermana. Ella gestiona su agenda, coordina las charlas y es la estratega detrás del presidente. Fue ella quien tuvo la idea de sortear el sueldo que recibía Javier Milei como diputado. También fue ella la que le dio la idea de abandonar los trajes y cambiar a una estética rockera. “Mi hermana siempre me espera en el escenario porque es la gran arquitecta”, asegura el político.

Karina Milei tiene un perfil discreto, a diferencia de su hermano. “Se han dado cuenta que trabajo a la par, estoy siempre atrás de Javier… a mí me importa que él llegue y el cambio que necesitamos”, dijo Karina Milei hace más de un año, en una de las pocas entrevistas que dio al medio argentino Clarín. 

La otra faceta de Karina Milei

A sus 51 años vive sola con su perro Aaron, un pastor suizo, en un moderno apartamento en Vicente López (una localidad de Buenos Aires). Karina está soltera y no ha tenido hijos, al igual que su hermano. Esculturas y cuadros decoran su hogar, casi todos firmados por “Kari”. Es su otra faceta, fuera de la política. Desde pequeña estudió dibujo, pintura y escultura.  Aunque esta no es su única pasión artística, también estudió alta repostería y le gusta cocinar. En paralelo pasó por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), graduándose en Relaciones Públicas.

A pocas cuadras de la torre viven sus padres. Dejaron la casa donde vivieron por años en Villa Devoto, a 12 km del actual apartamento, dejando atrás el lugar de infancia de sus hijos. Su padre Norberto (80 años) trabajó por décadas en la industria del transporte, manejando colectivos, mientras que su madre, Alicia, era dueña de casa. En diversas entrevistas Javier Milei declaró ser víctima del maltrato de su padre y del silencio cómplice de su madre, a quiénes llama en público “progenitores”. Karina era quién lo protegía

Ambos hermanos tienen una estrecha relación desde pequeños. Cursaron sus estudios de primaria y secundaria en el mismo establecimiento católico, el Instituto Cardenal Copello. En la escuela Javier era víctima de acoso, Karina era su única compañía durante su infancia. Ella lo acompañaba a las prácticas de fútbol, cuando llegó al plantel profesional de Chacaritas e incluso fue la mascota del equipo. 

Su futuro político

Juntos han formado una pareja profesional, un dúo político que comparte el mismo proyecto. Se define contraria al aborto y no cree en el feminismo, concuerda en la eliminación del Ministerio de la Mujer argumentando que genera discriminación. Su pensamiento político, según sus palabras, es liberal.

Durante la campaña electoral Javier Milei anunció que ella sería su Primera Dama. Esta sería la primera vez en Argentina que una hermana cumple ese rol. Ella ha declarado que estará presente donde sea necesario, para poder ayudarlo. Queda por ver si seguirá cumpliendo un rol trás bambalinas o uno público como Primera Dama, o quizás en el ejecutivo cuando arranque el mandato de su hermano el próximo 10 de diciembre. Por ahora Karina sigue siendo “El Jefe” del presidente argentino Javier Milei.