Moda/Belleza

Silvia Lousa, artífice del combo del éxito en Jealfer

La combinación del análisis de datos con la intuición ha sido la clave de esta ejecutiva para que Jealfer, empresa familiar, siga siendo un referente en la industria de la moda

Silvia Lousa, CEO de Jealfer, fotografiada en exclusiva por FORBES WOMEN. Fotografía de Jaime Partearroyo.

“Cuando ‘heredamos’ algo que costó tanto construir estamos inclinados a no modificar nada, asumiendo que eso significa respetar lo que nos han dejado, pero eso no es lo que yo estoy haciendo. Ahora, el mundo está en un momento de gran cambio y la realidad es que la moda, de forma intrínseca, está en cambio permanente”, confiesa Silvia Lousa, tercera generación y CEO de Jealfer, fabricante y minorista de la marcas Pertegaz, Jorge Vázquez y Viriato. 

Esta ejecutiva es la encargada de liderar un cambio en su empresa que dentro de tres años, por ejemplo, seguirá rodando de manera diferente a la actual, eso sí, respetando siempre los valores de la empresa, inculcados por su abuelo también como valores familiares. Formada en business management [licenciada en Derecho y ADE y un MBA por la Columbia Business School], su experiencia profesional abarca desde un puesto como senior vendor manager en Amazon, otro de asesoría a empresas y fondos equity en la optimización de estructuras de capital en EY hasta el de docente y columnista en diferentes instituciones y diarios.

Un gran bagaje laboral que responde a su percepción del cambio: “El pasado no es un buen pronosticador del futuro y, cuando llevamos demasiado tiempo en un sector tendemos a creer que el mercado siempre se comporta igual y perdemos oportunidades”.

Para empezar, su primera oportunidad en Jealfer la encontró en su liderazgo, una posición desde la que pudo establecer una estrategia sólida para asegurar la rentabilidad de la empresa a través del impulso de una cultura corporativa orientada a la excelencia y la creación de acuerdos comerciales internacionales y la implantación de políticas de sostenibilidad en toda la empresa. Aunque su gran desafío es que no le consuma el día a día y “dejar tiempo para pensar, soñar en grande y divertirse”.